Los límites de ser padres



Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.

Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.

Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.

Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.

Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.

Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.

Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.

Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.

Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo mantenerte puro.

Puedo platicarte acerca de la vida, pero no puedo edificarte una reputación.

Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir no por ti.-

Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.

Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.

Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.

Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no puedo hacerte una persona moral.

Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.

Puedes estar seguro de que me esforzaré hasta el máximo por darte lo mejor de mi. Porque te quiero pero lo que hagas de tu vida, dependerá de ti  Aun cuando siempre esté junto a ti. Solo le pido a la Vida que te ilumine para que tomes las correctas decisiones.

San Agustín


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