Parabola de la educación

Iba un hombre caminando por el desierto cuando oyó una voz que le dijo:
-Coge del suelo los guijarros que quieras, ponlos en tu bolsillo y mañana te sentirás, a la vez, triste y contento.

Aquel hombre obedeció. Se inclinó, recogió un puñado de guijarros y se los metió en el bolsillo.

A la mañana siguiente vio que los guijarros se habían convertido en diamantes, rubíes y esmeraldas. Y se sintió feliz y triste. Feliz, por haber cogido guijaros; triste por no haber cogido más.

Tomada del libro “Aplícate el cuento” Jaume Soler y Mercè Conangla.




"La vida es un instinto de desarrollo, de supervivencia, de acumulación de fuerzas, de poder"

Nietzsche



“Seamos en nuestras vidas como arqueros que tienen un. blanco.” -

Aristóteles




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