Oración ganar y perder

A Dios le pedí fuerza,
para poder alcanzar mis objetivos.
Fui hecho débil,
para poder aprender humildemente a obedecer...

Pedí salud,
para poder hacer cosas grandiosas.
Se me dio enfermedad,
para poder hacer cosas mejores...

Pedí riqueza,
para poder ser feliz.
Se me dio pobreza,
para poder ser sabio...

Pedí poderío,
para poder ser alabado por los dioses.
Se me dio debilidad,
para poder sentir la necesidad de Dios...

Pedí todas las cosas,
para poder disfrutar la vida.
Se me dio vida,
para poder disfrutar todas las cosas...

No se me dio nada de lo que pedí,
pero sí todo lo que había esperado.
A pesar de mí mismo,
fueron atendidas las plegarias que nunca pronuncié.
¡Entre los hombres, soy el más ricamente bendecido!

Anonimo




Si las ondas de la radio pueden lanzar una melodía sobre las montañas y el mar; si las notas del violín, blancas como pétalos, las lleva el viento sobre el desierto o sobre el ruido de la ciudad; si las canciones, como rosas carmesí, pueden captarse del aire azul, ¿por qué han de preguntarse los mortales si Dios escucha nuestras oraciones?

Marvin Drake


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