Si el supremo creador te da un hijo, ¡tiembla!, por el sagrado depósito que te confiere.
Haz que ese hijo: hasta los diez años, te admire; hasta los veinte años te ame; y hasta la muerte, te respete.
Sé para tu hijo hasta los diez años, su padre; hasta los veinte años, su maestro; y hasta la muerte, su amigo.
Siempre eh amado este texto desde la secundaria.
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